Las Nereidas son ninfas de los mares, hijas de Nereo y de Doris. Se distinguen de las NÁYADES (ninfas de las aguas dulces) y de las OCEÁNIDAS (del Océano).
Ellas protegían a los marineros en las travesías peligrosas (ejemplo de ello el socorro que ofrecieron a los ARGONAUTAS).
Son jóvenes hermosas, caracterizadas por mostrar el cabello sembrado de perlas y montar caballos de mar. Algunas veces empuñan el tridente de Poseidón, una corona, un fragmento de coral o un pequeño delfín. Cantaban con voz melodiosa y bailaban alrededor de su padre.
También son representadas con medio cuerpo de mujer y medio de pez, según la forma conocida de las sirenas.
Representaban todo aquello que hubiese de hermoso y amable en el mar. Kenneth Clark dijo que fueron inventadas para simbolizar el alma liberada, de ahí su frecuente presencia en los sarcófagos.
En la Edad Media aparecen entre los bienaventurados en el Juicio Final.
Los griegos las adoraban en altares en las orillas de mares y acantilados, donde se les ofrendaba leche, aceite y miel.
De entre las 50 nereidas conocidas las más importantes son Galatea, Tetis y Anfítrite.
En arte han sido representadas en numerosas ocasiones siendo la obra de Rafael, EL TRIUNFO DE GALATEA, un fresco significativo sobre el tema.
Rafael Sanzio - Triunfo de Galatea - 1512
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