Cuando menos te los esperas aparece ante ti una estantería en la que hay libros por doquier y entre ellos uno que de teja perplejo... en ese libro encontré este poema, simple, sencillo, sin florituras ni excesos ¿un poema "ridículo"? Yo diría que no...
Todas las cartas de amor son ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen ridículas
También en mi tiempo escribí cartas de amor,
como los demás, ridículas.
Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser ridículas.
Pero, al final,
solo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor son las que son ridículas.
Álvaro de Campos
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