Sin darnos cuentas cometemos actos ridículos a diario... no creo que debamos arrepentirnos de ellos, solo aprender de los errores y las victorias que son resultado de ser tan ridículos
Quién me diera en el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.
La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.
Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.
Álvaro de Campos