viernes, 29 de julio de 2011

Ridiculeces II

Sin darnos cuentas cometemos actos ridículos a diario... no creo que debamos arrepentirnos de ellos, solo aprender de los errores y las victorias que son resultado de ser tan ridículos


Quién me diera en el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.


La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.


Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.


Álvaro de Campos


jueves, 28 de julio de 2011

Ridiculeces

Cuando menos te los esperas aparece ante ti una estantería en la que hay libros por doquier y entre ellos uno que de teja perplejo... en ese libro encontré este poema, simple, sencillo, sin florituras ni excesos ¿un poema "ridículo"? Yo diría que no...



Todas las cartas de amor son ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen ridículas


También en mi tiempo escribí cartas de amor,
como los demás, ridículas.


Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser ridículas.


Pero, al final,
solo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor son las que son ridículas.

Álvaro de Campos